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Facultades lamentan que rectorado disponga de sus recursos propios

Facultades lamentan que rectorado disponga de sus recursos propios

La ‘Gabriel’ implementó desde este año el Sistema de Gestión Pública (SIGEP), que dejará en manos de la administración central la recaudación de todo el dinero que reciba la universidad y la distribución a las diferentes unidades académicas y administrativas.

POLÍTICA ECONÓMICA UNIVERSITARIA

Si bien el Rectorado controlará los recursos que ingresen a las facultades, esto no significa que definirá el destino de los mismos.

“Existe el riesgo de que el Rectorado, ya sea de esta gestión o de las posteriores, pueda hacer uso discrecional de los recursos y no darles lo que les corresponda”

Las facultades de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (UAGRM) miran con recelo la implementación del Sistema de Gestión Pública (SIGEP), el cual les quitará la potestad de recaudar de manera directa sus recursos y dependerán de las transferencias que les haga el Rectorado.

Es decir, los recursos que generan las facultades por conceptos de pagos que hacen los estudiantes de pregrado y postgrado irán a una cuenta manejada por la ad- ministración central, siendo esta instancia la que distribuirá los recursos a las cuentas corrientes (chequera) de cada facultad.

Este cambio obedece a una instructiva que realizó el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas el 2019, con la cual busca realizar un mayor control a las universidades. Su  imple

mentación fue postergada en diferentes oportunidades hasta finalmente concretarse a inicios de este año.

Desde abril algunas facultades ya están sacando cheques bajo este sistema y otras están en etapa de cumplir con todos los requisitos para que se les habilite su cuenta. La cantidad de recursos que reciba cada facultad debe ser proporcional a lo que generó. Sin embargo, para el decano de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Zootecnia, Isaac Pablo Manrique, existe el riesgo de que el Rectorado, ya sea de esta gestión o de las posteriores, pueda hacer uso discrecional de los recursos y no darles lo que les corresponda.

Esto tomando en cuenta que en meses pasados sin el SI- GEP, la administración central se prestó dinero de al- gunas facultades para pagar salarios de los docentes, ya que los recu

rsos de la Casa de Estudios Superiores han menguado por la crisis económica ocasionada por la pandemia.

“Es un sistema que centraliza el manejo económico en la universidad, las cuentas que tenían las facultades van a pasar a una cuenta central, desde la cual se pueden tomar

decisiones que van en contra de nuestra planificación”, aseguró Manrique quien indicó que este cambio es negativo, pero que se debe a una imposición del Gobierno Nacional.

Indicó que, desde mediados del año pasado, el Rectorado usó alrededor de Bs 600 mil de su facultad y que con el SIGEP estos ‘préstamos’ de la administración central podrían

continuar e, incluso, aumentar. Para conocer si realmente recibirán los recursos que les corresponde, Manrique señaló que un contador hará un arqueo diario de los ingresos que

recibe su facultad y que coordinarán con el Rectorado para ello.

De igual, manera Rubén Orozco, encargado de la Jefa- tura de la Administración y Finanzas (JAF) de la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología, indicó que tienen lista una libreta contable para hacer seguimiento a los recursos recibidos. De momento, aseguró que la administración central no ha hecho uso de los recursos de su facultad, pero reconoce que es una posibilidad con la implementación del SIGEP.

DESTINO DE RECURSOS

Por su parte, el decano de la Facultad de Humanidades, Marcelo Sossa, afirmó que si bien el Rectorado controlará los recursos que ingresen a las facultades, esto no significa que definirá el          destino de los mismos. “Las facultades siguen determinando en qué invierten sus recursos y de ese dinero no puede disponer la Dirección Administrativa Financiera del Rectorado”, apuntó.

Pese a ello, sostuvo que el Rectorado puede “prestar- se” dinero de las facultades cuando necesite, pero que esto no es novedad y que ha ocurrido anteriormente.

“Recuerdo que en la gestión de Reymi Ferreira se hizo esto, mi facultad prestó 2 millones de bolivianos y hasta ahora no nos han de vuelto”, recordó.

Con respecto a la posibilidad de que estos préstamos puedan intensificarse a medida que la crisis económica continúe en la universidad, Sossa ve que, si es necesario recurrir a esta medida con el fin de pagar sueldos a los docentes y que los estudiantes no se perjudiquen  en sus clases, se lo debe hacer. “El esfuerzo y el hombro tenemos que ponerlos todos”, puntualizó.

BUROCRACIA

El problema del SIGEP no solo está en la centralización de recursos que genera, sino también en los procedimientos burocráticos que exige y que pueden afectar a algunos proyectos que necesitan de disposición rápida de recursos.

El decano de Ciencias Veterinarias puso como ejemplo que, en caso de necesitar reparar con urgencia un sistema de refrigeración para un almacén de leche, no se tiene el tiempo el suficiente para seguir todos los procedimientos del SIGEP, ya que hasta eso el producto se puede malograr.

Acotó que con el Sistema Integrado de Contabilidad que estaba en vigencia, se hacían los gastos necesarios y luego ya se regularizaba toda la parte contable. “El SIGEP es un retroceso para la descentralización de las facultades”, manifestó.

GASTOS

Las facultades invierten mayormente en bienes y servicios y contratación de consultores.

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