Cuando se interrumpen las rutinas en las niñas y niños menores de 6 años, es decir que hay una disrupción de la vida cotidiana y normal, puede generar estrés, informa UNICEF.
El estrés se genera por un incremento en la hormona de cortisol que pone a todo el cuerpo en alerta. El estrés no siempre es malo, pues fácilmente con apapachos, juegos y distracciones puedes ayudar a bajar los niveles de cortisol y regresar el cuerpo a la normalidad.
Esto se conoce como estrés tolerable y muy probablemente las niñas y los niños estén sufriendo este tipo de estrés por el aislamiento frente al coronavirus.
Es normal que a causa del estrés, las niñas y niños más pequeños empiecen a tener ciertos comportamientos que no son como:
- En el caso de niñas y niños menores de 2 años:
- Problemas para dormir o mantener la rutina de sueño.
- Pérdida de apetito.
- Apego excesivo a su cuidador primario, que usualmente suele ser mamá o papá. O por el contrario, se puede volver más tolerante a la separación.
- Falta de motivación o entusiasmo.
- Llanto excesivo e injustificado.
- Y lo último, pero lo más importante, es que pueden empezar a tener conductas regresivas en su desarrollo, como por ejemplo, en el caso de las y los bebés que ya empezaban a caminar, regresan al gateo o a empujarse para arrastrarse en el suelo.
- En el caso de niñas y niños entre los 3 y 5 años, es de esperar que comiencen a expresar:
- Conducta regresiva, es decir que muy probablemente vuelva a orinarse en la cama cuando ya habían aprendido a avisar para ir al baño, o dejan de hablar o hablan a medias, y es usual que comiencen a chuparse el dedo.
- No toleran estar solos o solas y quieren siempre estar con algún adulto.
- Experimentan una pérdida en el apetito o por el contrario, quieren comer en exceso.
- Problemas para dormir o mantener su rutina de sueño.
- Comienzan a aparecer los miedos, ya sea a seres o situaciones reales como a animales o a la oscuridad, o a seres fantásticos como monstruos.
- Comiencen a expresar dolores inusuales de estómago o dolor de cabeza.
- Juegan repetidamente su situación actual; es decir que pueden empezar a jugar los roles que ven dentro del hogar.
Estas conductas son normales y no nos debemos de enojar o agustiarnos si las observas en tus niños o niñas, recuerda que el cuerpo y la mente de las niñas y los niños está expresando síntomas de estrés por lo que debemos estar atentos y alerta para observar cómo se dan estos cambios y cómo evolucionan.