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Bolivia Verifica: “En Bolivia no hay respiradores ‘en todos lugares’ como asegura el ministro Murillo”

Bolivia Verifica: “En Bolivia no hay respiradores ‘en todos lugares’ como asegura el ministro Murillo”

El ministro de Gobierno indicó que el verdadero problema es la falta de profesionales en salud capacitados para el manejo de respiradores.

“Hemos traído un montón de respiradores, hay respiradores en todos los lugares, ¿sabes cuál es nuestro mayor problema en este momento que desespera? no hay mano de obra, no hay médicos, no hay médicos calificados para aquello”, dijo el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, en entrevista en Cadena A.

En la conversación con el periodista Jorge Tejerina, en el programa “Noches sin Tregua”, Murillo menciona que el principal problema en la pandemia es la falta de intensivistas que sepan manejar equipos de Terapia Intensiva.
Todo mundo dice que no hay respiradores, no (es cierto). Tenemos respiradores en varios lugares, pero no tenemos los intensivistas y ese sí es un problema serio”, aseguró el ministro.

¿Hay la cantidad suficiente de respiradores en el país?

Bolivia Verifica se puso como misión indagar sobre la cantidad de respiradores y personal médico en los nueve departamentos para verificar si la declaración del ministro coincide con la realidad.

Según se pudo constatar, el tema de los respiradores sigue siendo uno de los problemas a resolver con los gobiernos subnacionales que requieren de forma urgente más camas de terapia intensiva y ventiladores para la atención de pacientes.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que por cada 10.000 habitantes debería haber una cama para terapia intensiva, según indica el informe “personal sanitario, infraestructura, medicamentos escenciales”.
Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), indican que Bolivia tiene 11.307.000 habitantes. El informe de la Sociedad Boliviana de Medicina Crítica y Terapia Intensiva se menciona que en Bolivia se deberían tener por lo menos 1.200 camas equipadas en las unidades de Terapia Intensiva.

“Haciendo cálculos simples en base a la población de cada departamento, municipio, te vas a dar cuenta de la necesidad que tiene nuestro país”, dice Joel Gutiérrez Beltrán, uno de los miembros de la Sociedad Boliviana de Medicina Crítica y Terapia Intensiva.

Sobre la postura del ministro, Gutiérrez dice que en el tema de personal es “correcto”, pero difiere en lo señalado respecto a los equipos.

De acuerdo al parámetro establecido por la OMS, Chuquisaca debería contar con 63 unidades de terapia intensiva; La Paz con 285; Cochabamba con 200; Oruro con 55; Potosí con 90; Tarija con 58; Santa Cruz con 310; Beni con 48, y Pando con 15.

El Ministerio de Salud resalta en su portal que Bolivia aumentó en esta última gestión el número de camas en las unidades de terapia intensiva de 72 a 324.

La situación en cada departamento

Pando

En el departamento de Pando existen ocho camas de terapia intensiva con sus respectivos equipos de ventilación.
El director del Servicio Departamental de Salud de Pando (Sedes), Danny Mendoza Ojopi, indicó a Bolivia Verifica que el número total de respiradores en este departamento es de 16, cifra adecuada según los parámetros de la OMS.

Sin embargo, solo ocho están en funcionamiento porque uno se encuentra “en mal estado” y siete están instalados en el hospital de tercer nivel “Hernán Messuti Ribera” que todavía no fue habilitado.

En esta región sí ocurre lo referido por el ministro, pues existen los equipos, pero falta personal capacitado para utilizarlos.

Beni.

“Tenemos ocho respiradores funcionando”, mencionó el presidente de la Sociedad Científica de Beni, Carmelo Merubia Santa Cruz, y afirmó que este número es insuficiente.

Merubia refiere que en el Hospital Trinidad se requiere unos tres respiradores más, en Riberalta también tres, lo mismo en Guayaramerín. “Por lo menos unos 10 a 15 respiradores más”, acota. Según los parámetros de la OMS, esta región necesitaría -por su población- 48 ventiladores.Colapso sanitario en Bolivia por el COVID-19 I MARCA - YouTube

Cochabamba

En Cochabamba la situación está al borde del colapso. El director del Sedes, Yersin Mamani, dijo a Bolivia Verifica que en el sector público tienen 30 respiradores funcionando. “No tenemos ni un respirador disponible”, aseguró. Mamani detalló que juntando el sector público, la seguridad social y el privado, suman 100 respiradores en este departamento, cuando lo necesario serían por lo menos 200.

“Sin embargo, los respiradores de las clínicas privadas no son todos para atender a personas con COVID”, aclaró.

La Paz.

El informe de la Sociedad Boliviana de Medicina Crítica y Terapia Intensiva presentado en marzo refiere que las ciudades de El Alto y La Paz, con una población por encima de los dos millones de habitantes, cuentan con 33 camas, cuando al menos deberían tener 248.

Una investigación del diario Página Siete publicada en junio, indica que de las 33 camas, solo 17 están equipadas y en funcionamiento.

Entre las grandes esperanzas de este departamento, está la inauguración del Hospital del Sur en la ciudad de El Alto con 10 camas equipadas de Terapia Intensiva.

“El hospital aún está siendo equipado por el Ministerio de Salud y el personal está siendo capacitado, una vez que esté listo se va a inaugurar”, dijo el director de Comunicación de la Gobernación paceña, Edgar Ramos en una entrevista realizada esta semana con el portal Bolivia Verifica.

Santa Cruz

El departamento de Santa Cruz cuenta con 124 respiradores para terapia intensiva, según declaraciones a la prensa del propio gobernador Rubén Costas Aguilera. Sumando con las unidades de terapia intensiva en Montero, en total se llega a 146 para la atención de pacientes con coronavirus.

El director del Sedes-Santa Cruz, Marcelo Ríos, informó en una conferencia de prensa que hubo desde junio “un respiro” en la región, debido a la dotación de nuevos equipos respiradores y la habilitación de más camas de Terapia Intensiva, después de estar dos meses en situación de colapso.

Por su población, Santa Cruz debiera tener al menos 310 equipos.

Oruro

El director del Sedes-Oruro, Henry Tapia Alá no se guarda nada al asegurar que el sistema de salud en este departamento está “colapsado”.

Explicó que en este momento cuentan con 21 camas para terapia intensiva, hicieron una ampliación para albergar 32, pero que solo tienen 13 respiradores. “Ahí se da cuenta de la necesidad que pasamos”. Oruro tendría que tener 55 unidades, según los indicadores de la OMS.

Tapia acotó que otro requerimiento urgente es la habilitación de una terapia intermedia. “Estamos casi como Cochabamba, sin espacios ni camas equipadas para la atención de nuestros enfermos”, respondió el periodista orureño Fernando Escobar Vargas.

Potosí

Mirando más al sur del país, la perspectiva no tiende a cambiar. Potosí contaba hasta principios de junio con seis camas de terapia intensiva equipadas en hospitales públicos y a ellas se suman otras cinco entregadas por el Ministerio de Salud el pasado 20 de junio.

El ministro interino de Salud, Luis Fernando López, anunció en una conferencia de prensa el pasado lunes 13 de julio que este departamento llegará a tener 25 respiradores hasta la primera quincena de agosto. Según la OMS, esta región necesitaría al menos 90.

Chuquisaca

“En Chuquisaca 15 camas no son suficientes, esto colapsa cada día en Terapia Intensiva”, reveló el periodista especializado en el área de la salud, Henry Aira de Correo del Sur.

El coordinador general de terapias intensivas en Chuquisaca, Joel Gutiérrez Beltrán, indicó que la situación en este departamento no es de las mejores, especialmente en los centros más poblados como Sucre y Monteagudo.

“En Sucre tengo nueve camas para pacientes COVID, cinco para polivalentes… las cosas están bastante mal, necesitamos respiradores”, afirmó al portal. Chuquisaca debiera contar con 63 unidades.

Gutiérrez sí concuerda con el ministro Murillo en que también hace falta personal capacitado para el manejo de estos equipos.

Tarija

El departamento sureño cuenta con 22 camas de terapia intensiva equipadas con sus ventiladores. Si bien no existen quejas de sus autoridades, aseguran que más equipos le darían un mayor respiro al sistema de salud. “Nunca está demás un respirador”, confesó el subdirector del hospital San Juan de Dios de la capital tarijeña, Marcos Oliva Castrillo.

En este departamento la situación es más crítica en las provincias, especialmente el Gran Chaco, donde se concentra junto a la capital la mayoría de los casos positivos por coronavirus.. El principal hospital del Gran Chaco, Rubén Zelaya en la ciudad de Yacuiba, se quedó sin un solo respirador, porque sus cuatro equipos fueron trasladados al centro COVID-19, refiere a Bolivia Verifica el director del periódico La Región, Carlos Sotelo Rivero.

El problema en esta provincia tarijeña se da en que estos equipos servirán solo para los pacientes críticos con coronavirus que estén internados en el centro COVID-19, que es el hospital Fray Quebracho, mientras que las personas con otras complicaciones respiratorias deberán ser trasladadas a la capital u otro departamento.

Incluso, ante la necesidad, un grupo de activistas inició en Tarija un teletón para recolectar recursos con el fin de comprar respiradores. Según los indicadores de la OMS, Tarija debería tener 58 unidades.

Engañoso

La realidad es que, según la verificación realizada, en Bolivia no hay unidades de Terapia Intensiva ni respiradores suficientes.

Si bien en algunas regiones la situación es más favorable que en otras, hacen falta equipos para cumplir, por un lado, con las necesidades del sistema de salud y, por otro, con los criterios que recomienda la Organización de Salud.

Sin embargo, las fuentes consultadas coinciden con el ministro Arturo Murillo al afirmar que la falta de médicos especializados es otra de las carencias que azota al sistema de salud durante la pandemia. Por lo cual, Bolivia Verifica califica como “engañosa” la declaración del Ministro.

La entrevista compartida en la página de Cadena A Red Nacional fue reproducida 13 mil veces, con más de 885 comentarios, de los cuales,a una gran mayoría le causaban gracia y enojo.

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