El Universitario
El candidato Vicente Cuéllar, y el tan esperado CAMBIO que aún no se siente en la Universidad

El candidato Vicente Cuéllar, y el tan esperado CAMBIO que aún no se siente en la Universidad

Vicente Cuéllar llegó al Rectorado en agosto de 2021, habiendo logrado ingresar a la segunda vuelta con escasos 12 votos docentes de diferencia contra el candidato Oswaldo Ulloa, que ganó en estudiantes; esto debido a que el Estatuto Universitario de la fecha indicaba que: si ningún candidato alcanzaba la mayoría absoluta (50+1votos) los dos más votados en la primera vuelta en cada estamento (el ganador en docentes y el ganador en estudiantes) deben ir a la segunda vuelta. Es entonces que Cuéllar logra la mayoría absoluta, ganándole a Ulloa, desde luego que como el resultado de una o varias “negociaciones” con Gonzalo Rojas y el difunto Saúl Rosas cuya candidatura quedó afuera.

Cuéllar fue una sensación para la mayoría de los estudiantes de UAGRM por unos días, hasta que lo vieron en una fotografía en el Chapare junto a Evo Morales, acompañado de su director Financiero, Oscar Nogales; Cuéllar explicó en su momento que lo hacía por conseguir recursos para la UAGRM, entendiendo que esa vez Morales era el todopoderoso del MAS y por definición del Gobierno de Arce.

Por unos meses el Rector de la Universidad no tronaba ni sonaba en el ámbito político cruceño, peor aún en el nacional. Cuando llegaron las luchas cruceñas por el censo, junto a su vicerrector, Reinerio Vargas, militante activo de Cremos, lograron encabezar las movilizaciones que incluso le arrancó cierto liderazgo a Camacho, liderazgo que se constituyó en un alivio para el Gobierno de Arce, pues luego de los 36 días de paro, con la población cruceña agotada por los paros, el Gobernador fue aprehendido y conducido a Chonchocoro.

Con Camacho tras las rejas, el liderazgo cruceño queda algo huérfano, pero con ciertos liderazgos como el de Cuéllar como el más notorio y algunos que por ahí aún siguen buscando la pita que los conduzca a mejores puertos políticos. Pero las élites cruceñas y el votante mismo, no confía mucho en el Cuéllar, aún tienen en la retina de sus ojos el haberlo visto con Morales en el Chapare, además de saber que ha sido funcionario como Jefe de Recursos Humanos del Consejo de la Judicatura, un puesto obviamente político que no requiere exámenes de competencia, y que por supuesto sólo se lograba con el apoyo del partido gobernante o el mismo Gobierno.

Pero las razones que tuvo Cuéllar para optar por ese alto puesto, que definía con qué recursos humanos como secretarias y colaboradores podía trabajar cada juez en Bolivia, son demás de entendibles; pues estaba perseguido por las autoridades de la época, quienes, por un proceso interno le quitaron la cátedra además de haberlo demandado ante la justicia. Desde luego que no sabemos si aceptar un cargo en la parte de la administración del Consejo de la Judicatura teniendo un proceso en instancias judiciales es legal, pero lo que sí sabemos es que le ha servido mucho para demostrar su inocencia ante los juzgados y volver la cátedra, lo que luego lo catapultó para llegar a ser candidato y ganar el Rectorado.

Cuéllar llegó con el eslogan de CAMBIO, en todos los lugares a donde iba anunciaba que era el cambio, que cambiaría la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (Uagrm). Aunque todos sabemos que cambiar una institución tan asentada en el tradicionalismo político es muy complicado, él aseguraba que podía hacerlo.
Aquí algunas de las propuestas de Cuéllar.

• Inscripciones 100% internet

• Dotar de una Tablet con internet ilimitado a cada estudiante

• Trámites digitalizados al 100%

• 100% de apoyo para evitar el aplazo de los estudiantes, con un programa de seguimiento y monitoreo del rendimiento académico con acciones de apoyo para evitar el aplazo

• Cada estudiante debe salir con trabajo o con un emprendimiento, integración al mundo productivo mediante el Proyecto Personal de Vida

• Asignación transparente de becas a los estudiantes de base, no a los dirigentes

• Publicar en línea los estados financieros, ejecución presupuestaria y comprobantes de gastos de la UAGRM, dentro de un plan de reordenamiento y transparentación de las finanzas de la UAGRM.

En el mes de noviembre del 2023, se realizó un Congreso Universitario obligado por el mismo Estatuto (cada 5 años), que buscó cambiar muchos aspectos, pero primaron acciones reaccionarias entre el oficialismo que dirige Cuéllar y la oposición, que al final no cambió nada. A decir verdad, al haber perdido el Rector la elección de delegados al Congreso no envió ninguna propuesta de cambio, posiblemente por la molestia de ser una minoría o porque ya dejó de interesarle realizar algún cambio. De esta manera, casi muy poco se pudo mejorar en el nuevo Estatuto.

Luego de las movilizaciones por el Censo, Cuéllar toma la decisión de ser candidato ya sea a la Presidencia o Vicepresidencia del Estado Plurinacional; él sintió que las personas le tienen aprecio no solo en Santa Cruz, también en el interior del país. Desde ese instante, el Rector divide su trabajo, que es a dedicación exclusiva -buscando hacer coincidir sus actividades institucionales con las propiamente políticas partidarias del partido o frente que busca lanzar, que también se llama CAMBIO- para realizar viajes a diferentes sitios del país. Cuéllar hizo conocer que sus viajes los realiza con sus propios recursos.

Pero dentro la universidad las necesidades y las demandas son muchas, agravadas por la falta de recursos económicos. Recientemente una toma de una semana de los predios ha dejado en vilo a la sociedad, además de denuncias de corrupción que son minimizadas, pero que cada vez se repiten y reinciden en varias unidades de la institución que dirige. Las tomas de los predios en ciudad terminaron y comenzaron en las provincias de Camiri y Montero.

En estos momentos, Cuéllar conduce una universidad caótica, donde el Rector se la pasa apagando incendios, pero sin dejar de lado su candidatura. Aunque consiguiendo encabezar movilizaciones políticas que lo ponen en la palestra, como la última de la movilización de docentes y administrativos contra la jubilación llamada forzosa.

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