El País – España.- Hay un sueño que no ha cambiado entre los niños desde hace décadas: el de ser astronauta. Aunque entrar a trabajar en la NASA no es fácil, existen iniciativas que pueden acercar a los estudiantes a las estrellas.
Una de ellas es el 2021 BIG Idea Challenge, un concurso que se lleva celebrando desde 2016 y que busca la mejor solución a distintos problemas que puedan acontecer en futuras misiones espaciales. Sólo que, en vez de proponerla ingenieros de la agencia espacial, lo hacen estudiantes.
En anteriores ediciones, estudiantes de distintas universidades de EEUU tuvieron que lidiar con problemas como el ensamblaje de remolcadores espaciales, la construcción y sostenibilidad de un invernadero en Marte o el estudio de las regiones oscuras de la Luna. En esta ocasión, miles de jóvenes podrán presentar sus proyectos para resolver el inconveniente del polvo lunar de cara al programa Artemis, que llevará a dos astronautas -un hombre y una mujer- a la superficie lunar en 2024, si es que se logra cumplir el calendario previsto.
Un enemigo en miniatura
El polvo lunar está compuesto de pequeñas partículas que se adhieren a casi todo. El problema es que es abrasivo y puede dañar trajes espaciales, equipos, naves y habitáculos. Además, este polvo puede oscurecer las lentes de las cámaras, reducir el rendimiento de los aparatos electrónicos, distorsionar las lecturas de los instrumentos e incluso alterar las propiedades térmicas de los equipos.
Si este molesto polizón entra en los habitáculos de los astronautas, las partículas de polvo pueden alojarse en sus pulmones, convirtiéndose en un riesgo para la salud. Por eso evitar su entrada a elementos críticos puede ser clave para la futura exploración espacial.
En concreto, la competición está abierta a equipos de entre cinco y 25 estudiantes de grado y posgrado de colegios y universidades afiliadas al Consorcio de Subvenciones Espaciales. “Sabemos que los colegios y universidades de nuestra nación proporcionan una reserva de talento y creatividad estudiantil que brinda nuevas perspectivas y soluciones a la NASA”, afirma en un comunicado Mike Kincaid, administrador asociado de la Oficina de Compromiso STEM de la NASA.
Un presupuesto de más de 180 mil dólares
Un grupo de jueces seleccionará entre cinco y 10 equipos finalistas y dotará a cada uno con 180.000 dólares para construir, testear y demostrar la efectividad de su proyecto.
En concreto, las ideas presentadas deberán de estar centradas en, al menos, una de las siguientes áreas: prevención y mitigación del polvo durante el alunizaje, para proteger los elementos electrónicos de las columnas de polvo provocadas por los aterrizajes; trajes espaciales, limitando la adherencia del mismo; en el exterior, para proteger los distintos sistemas electrónicos y habitáculos de los astronautas; o en la cabina de las naves, para evitar que el polvo llegue a la plataforma orbital Gateway y la nave Orion cuando el módulo de aterrizaje regrese desde la superficie lunar.
“Esta competición brinda a los estudiantes una oportunidad incomparable como miembros de la generación Artemis para ayudar a superar los obstáculos técnicos que puedan presentarse por culpa del polvo lunar“, explica en un comunicado Niki Werkheiser, ejecutiva del programa Game Changing Development de la NASA. “La NASA puede estar interesada en incluir todo o parte de los proyectos en una futura misión espacial”, añade.
Los equipos interesados deberán registrarse en el concurso antes del 25 de septiembre de 2020. Después, las propuestas mostradas en vídeo deberán enviarse antes del 13 de diciembre de este mismo año. Además de poder hacer historia, al formar parte de la Misión Artemis, los finalistas serán invitados a presentar sus proyectos en el 2021 BIG Idea Forum, previsto para noviembre de 2021.
Si el reto del polvo lunar te parece demasiado complicado, la NASA también está buscando nuevas ideas sobre asuntos de primera necesidad como, valga la redundancia, necesidades fisiológicas. Efectivamente, la NASA busca el mejor diseño de un retrete lunar, que será premiado con 35.000 dólares (alrededor de 29.629 euros). Un trabajo similar al desempeñado por el personaje de The big bang theory Howard Wolowitz
La NASA afirma que necesitarán un “inodoro más pequeño, más ligero y más sencillo de los que existen actualmente para su módulo de aterrizaje lunar”. “Nuestros astronautas logran hazañas increíbles en la ciencia y la exploración espacial. Pero al final del día, siguen siendo humanos”, subraya en un comunicado Mike Interbartolo, gerente del Lunar Loo Challenge de la Oficina del Compartimento de la Tripulación del Sistema de Aterrizaje Humano (HLS) de la NASA .
Parece que, 50 años después de las misiones Apolo, el polvo y las defecaciones humanas continúan siendo todo un reto técnico para la exploración espacial.