Los exministros Juan Ramón Quintana, Wilma Alanoca y Javier Zabaleta convirtieron el piso 17 de la Casa Grande del Pueblo en un ‘war room’ (cuarto de guerra) para las elecciones de octubre del pasado año. El dato se encuentra en el informe de la Policía sobre las investigaciones del caso fraude electoral.
La nota publicada por los medios del Gobierno, señala que los asesores extranjeros, 20 mexicanos y un venezolano trabajaban en ese piso y sus nombres están en el reporte de la Policía. Junto con estos nombres, también figuran la de una decena de exfuncionarios del Gobierno, de distintas entidades que también están bajo sospecha.
Los investigados, según el reporte de ABI y Bolivia, participaron activamente en todo el proceso del fraude electoral y eran personal de confianza de exministros y exvocales del ente electoral del país.
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Entre ellos, Wilson Rodríguez Vinaya, hombre de confianza de la ex vocal Lucy Cruz, Marianela Revollo, vocal de La Paz designada por Evo Morales; Alberto Encinas, jefe de Tecnología Informática de la Autoridad de Regulación de Telecomunicaciones y Transportes (ATT) y Marcelo Linares Gutiérrez, jefe de la Unidad de Planificación y Tecnologías de Información del Ministerio de Culturas.
Asimismo, figura el nombre de Max Eguivar, quien fuera jefe de gabinete de Juan Ramón Quintana; Sergio Daniel Martínez Beltrán, que fungía como director de Informática, Cartografía e Infraestructura Espacial del INE, antes de ser designado como jefe de Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) del Serecí La Paz y Christian Felipe Virreira Scholvin, jefe de Tecnologías de Información y Comunicación del ministerio de Justicia.
Los nombres de los tres expertos en inteligencia electoral de México serían, Ramón Díaz Ávila, Álvaro Iván Arce Cortez y Daniel García Portillo; aunque desde ese país informaron que Díaz Ávila es un dirigente político que llegó para dictar un seminario en el país.
Lo que llamó la atención de los investigadores es que todos los extranjeros, además de los funcionarios públicos ocuparon los pisos 10, 11 y 12 del hotel Real Plaza entre la última semana de septiembre y el 23 de octubre de 2019, tres días después de los comicios.
En uno de los salones de este hotel de cinco estrellas, el TSE instaló el “centro de cómputo” de los votos en el exterior y los vocales trajinaban por el mismo lugar sin ningún inconveniente.
Por tanto, los asesores extranjeros y nacionales tenían acceso irrestricto a estas instalaciones y al piso 17 de la Casa Grande del Pueblo donde estaba el equipo con el que se habría fraguado las 30 mil actas electorales, sospecha la Policía.
Según el viceministro de Seguridad Ciudadana, Wilson Santamaría, están en condiciones de respaldar con documentos todos estos datos de la investigación policial.
Neotec
Asimismo, dos actos del ejecutivo de la empresa Neotec, Marcel Guzmán de Rojas y de sus técnicos provocaron la sospecha sobre esta empresa que dispuso el sistema de cómputo del Tribunal Supremo Electoral (TSE) para las elecciones 2019. Ahora el gerente de la compañía es investigado dentro del caso, fraude electoral, pero se desconoce su paradero.
“El primer elemento indiciario que tomamos es un informe que realiza la empresa auditora Ethical Hacking, a las 11:00 de la noche del 19 de octubre hay un ingreso no autorizado a las computadoras ya ‘cereadas’ y se evidencia que el que ha ingresado es el señor Marcel Guzmán (de Rojas), ya automáticamente con ese ingreso se viola el código fuente, el código de seguridad que se ha establecido día antes”, afirmó el jefe de la división corrupción pública de la Felcc, coronel Luis Fernando Guarachi, en una entrevista radial.
El jefe policial explicó que todo el sistema de cómputo fue “cereado”, que significa poner en cero todas las máquinas, y debían ser puestas en funcionamiento solamente el día de las elecciones, así estaba registrado en el contrato con la empresa, pero ese ingreso violó todo el contrato.
Los vocales del TSE que están acusados en este caso y personal de la OEA se comunicaron telefónicamente con Guzmán de Rojas esa misma noche y este les dijo que se presentó un problema y por eso tuvo que ingresar para solucionar ese percance.
“A las 5 de la mañana del 20 de octubre se evidenció otro ingreso por parte del personal de Neotec (al sistema de cómputo), estos elementos son puestos en conocimiento de los vocales, sin embargo, se les pide de que se deje de lado estos procedimientos y se lleva delante esa elección”, reveló el jefe policial, según reporta El Deber.
Tercer servidor
Aunque el Gobierno no tiene mucho interés en hablar del tercer servidor, aquel que podría haber sido hackeado, la Fiscalía sí lo hizo, sin embargo, aún está en investigación este proceso la investigación para determinar el grado de infiltración, es decir. ¿Desde dónde ingresó el tercer servidor?, ¿Cómo es que pudo penetrar los filtros de seguridad? ¿Quién o qué otro servidor le dio el acceso?