“Llama poderosamente que Mendoza esté afiliado a un partido político, ya que, precisamente el objetivo y la obligación de su trabajo es mantener la neutralidad en las universidades y así evitar que las aulas se politicen”, dice el portal español.
Mendoza contactó con la joven Noemí porque quería llegar a Evo Morales, lo que significa que el responsable de las universidades en Bolivia sabía que existía un vínculo entre ambos. De lo contrario hubiera sido ridículo haber recurrido a una niña de tan sólo 19 años para llegar a hablar con el expresidente boliviano.
El presidente de la CUB escribió a la joven Noemí el pasado 9 de abril: “Buenas noches, compañera. Mi nombre es Max Mendoza. Soy presidente de la CUB. Quiero hablar con el jefe”. Estos mensajes no tuvieron respuesta hasta tres días después, cuando la adolescente Noemí le respondió: “Buenas noches, compañero. Discúlpame, ya no estoy en Buenos Aires. Comunícate con su secretaria Lourdes”. Y seguidamente, la niña envió a Mendoza el teléfono de la asistente personal actual de Evo Morales.