Argentina, Chile y Rusia son los principales países que abastecen con diésel al mercado de Bolivia que sigue importando ese combustible para cubrir la demanda nacional, según informe estadístico del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) con datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
A lo largo de 14 años, entre el 2006 y 2019, las importaciones sumaron un valor total de $us 8.677 millones por la compra de 11 millones de toneladas del combustible.
Al mes de julio del presente año, el 31% del valor importado ingresó desde Argentina, el 18% de Chile y el 13% abastecido por Rusia.
Después están Perú, Estados Unidos, Omán, Singapur y Suiza que son proveedores en menores volúmenes y valores, en comparación a los tres principales países abastecedores de Bolivia.
El informe estadístico del IBCE menciona que más de 251 mil toneladas de diésel ingresaron al país por tierra que representa el 76% y 80 mil toneladas por vía fluvial que es el 24% hasta julio pasado.
El economista y docente Jaime Balanza dijo que Bolivia es un país mediterráneo con una compleja logística de combustibles que le impide acceder a los mejores precios del mercado internacional con puntos de entrega en ultramar.
“No ha realizado inversiones en logística de transporte, almacenaje, distribución y comercialización de combustibles líquidos, no tiene un sistema logístico integrado que le permita mover de manera eficiente y eficaz desde afuera del país y menos distribuirlo según requerimiento en los cuatro puntos cardinales al interior del país en tiempo real”, afirmó.
En su análisis, los líquidos que alimentan las refinerías de Bolivia salen de la corriente del gas de exportación que disminuyen y la proyección también en declive ante la inminencia del cierre de los mercados de exportación para el gas natural a largo plazo.
Santa Cruz es el departamento que sufre con la escasez de diésel en plena zafra azucarera y cosecha de granos de la campaña de invierno.
El Deber.