Este miércoles llovió en gran parte del departamento y de esta manera se apagaron los 64 focos de quemas que quedaban en diversas zonas (municipios de Pailón, San Ignacio, San José y San Miguel). Así lo indicó el secretario de Desarrollo Productivo de la Gobernación y vocero del Comité de Crisis, Luis Alberto Alpire, que exhortó a los pobladores de zonas cercanas a los ríos a tomar previsiones, pues en los próximos meses se prevé que las lluvias sean considerables y se quiere evitar desgracias por las inundaciones.
Las autoridades departamentales indicaron que, debido a que se apagaron los incendios forestales que afectaban a la región, se desactivaron las alertas roja, naranja y amarilla y activaron la alarma para combatir posibles inundaciones que se prevén por la temporada de lluvia.
De acuerdo con la información emitida por el Sistema de Alerta Temprana de Incendios Forestales (Satif), se ha verificado la red agrometeorológica de la Gobernación, la cual prevé que durante este miércoles los vientos continuarán de dirección sur con lluvias en casi todo el departamento durante todo el día, retornando nuevamente los vientos a dirección norte la madrugada del jueves 10.
Las temperaturas oscilarán entre los 18°C y 26°C en la zona de los valles cruceños; los 24 y 37 en la zona de la Chiquitania y los 23 y 35 en el resto de las provincias. Marcando un clima caluroso en general para la semana.
Alpire indicó que el lunes 14 volverán las lluvias a la región, lo cual es una señal de que el fenómeno será cada vez más frecuente en las siguientes semanas.
Mitiga la sequía
“En los valles cruceños llovió la semana pasada, pero la cantidad fue insuficiente, lo que conlleva riesgos para los productores que no podían abastecer con agua a las 2.500 hectáreas de riego que se benefician de la represa de Saipina. En el caso de Vallegrande y Guadalupe, con la lluvia se disipó el peligro de que no abastezca a estos municipios”, mencionó Alpire.
Este miércoles volvió a llover en Mairana, Samaipata y en toda la provincia Caballero, “por eso la sequía deja de ser un problema angustiante”.
La autoridad considera que las eventualidades que se presentarán de aquí en adelante tendrán que ver con las inundaciones, para ello se está elaborando un plan de contingencia y se ha decidido desde la Gobernación que el Comité de Crisis será permanente.
En otras regiones
Eberth Romero, jefe de la Unidad de Gestión de Riesgos de la Gobernación de Cochabamba, informó que varios municipios del sur del departamento son afectados por la sequía e indicó que varias cabezas de ganado mueren a causa de la falta de agua. Asimismo, dijo que la Gobernación promueve una ley de riesgo departamental, que pretende fortalecer a las instituciones para la reducción de riesgos y proponer acciones de gestión y administración de agua.
“Se han colocado tanques de almacenamiento de agua de hormigón armado, se ha implementado también la dotación de tanques de plástico para lugares a los que es más difícil acceder. Pero estas medidas no han sido suficientes, por eso se activó un plan de contingencia”, informó Romero.
También se refirió a las 200 cabezas de ganado que han sido afectadas solo en el municipio de Pasorapa, situación que ha sido similar en Omereque, Vila Vila y la zona andina, donde las autoridades han tenido que declarar los municipios como zona de desastre.
El mismo tipo de declaratoria se ha establecido para dos municipios chuquisaqueños: Azurduy y Tarvita, debido a que la sequía continúa y las afectaciones a la producción ganadera y agrícola son cuantiosas.
En Bolivia, los periodos prolongados de sequía se centran, generalmente, en la zona chaqueña, es decir, Chuquisaca, el sur de Santa Cruz y parte de Tarija, que son los lugares más secos del país, pero este año también se ha extendido a zonas aledañas como Cochabamba. También el altiplano sur se ve afectado por la falta de precipitaciones.
La Niña
En contraparte, existen muchas posibilidades de que las zonas que hoy empiezan a recibir las primeras lluvias de diciembre se vean más afectadas por las inundaciones en los próximos meses.
El fenómeno de La Niña, que se viene manifestando desde Uruguay, Argentina y Brasil hasta Perú, se mantendrá fortalecido, con temperaturas en la superficie de mar sobre el centro-este del Océano Pacífico ecuatorial que se ubican aproximadamente 1 °C por debajo de lo normal.
El último pronóstico de consenso emitido en noviembre por parte de International Research Institute (IRI) de la Universidad de Columbia y Climate Prediction Center (CPC) de la NOAA, indica que hay un 99% de probabilidades que se mantenga este estado a lo largo del trimestre diciembre, enero y febrero en varios países de Sudamérica, donde representa al verano meteorológico en el hemisferio sur.
Incluso, aun en el otoño, la influencia de La Niña seguiría siendo muy probable, con una chance de ocurrencia del 65%, decayendo recién hacia el próximo invierno.