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Aumentan los casos y hay señales del rebrote de Covid-19 en Santa Cruz

Aumentan los casos y hay señales del rebrote de Covid-19 en Santa Cruz

Los casos activos pasaron de entre 200 y 300 por día a más de 400. La tasa de letalidad subió al 9%. Aumentan los pedidos de internación de pacientes en los hospitales.

A siete meses del ingreso del Covid-19, el virus ha penetrado 55 de los 56 municipios cruceños y los índices diarios, que se mantuvieron bajos durante más de un mes, están comenzando a dar señales de un leve repunte en los casos nuevos y una subida un poco más notoria de los casos activos.

Esta situación ha encendido las alertas de las autoridades sanitarias que ven un inminente rebrote de la pandemia en este mes, especialmente en la capital cruceña, donde hay un relajamiento de las medidas de bioseguridad por parte de un sector de la población.

Este sábado se cumplieron exactamente siete meses desde que los bolivianos recibían la noticia de que dos mujeres provenientes del extranjero habían dado positivo al nuevo coronavirus. Una de ellas, que había llegado a San Carlos, se convirtió en el primer caso de departamento cruceño. A partir ahí el virus se fue replicando y pronto sacó a relucir las deficiencias en el sistema de salud, las cuales se han ido arreglando en el camino.

Los meses de mayo, junio y julio fueron los más críticos, pero a partir de agosto la curva epidemiológica fue mostrando un descenso. En septiembre se había llegado a la tan esperaba meseta de transmisión baja, en la que los casos por semana se mantuvieron estables.

Pero, al parecer, era muy temprano para cantar victoria, toda vez que el director del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Marcelo Ríos, alertó la semana pasada que Santa Cruz está en la antesala de un rebrote del coronavirus, alentado por un relajamiento en las medidas de protección por un sector de la población que le ha perdido el miedo al virus y cree que la flexibilización de las medidas restrictivas en esta fase de posconfinamiento, es una carta blanca para estar en aglomeraciones y sin barbijo.

Señales de alerta

La autoridad sanitaria explicó que hay indicadores que hacen pensar que estamos en puertas de un rebrote.

Uno de ellos es que cada día siguen sumando los fallecimientos, engrosando la tasa de letalidad, que actualmente alcanza el 9%, es decir tres veces más de la que se registraba la primera semana de agosto, que era del 3,6%.

La otra señal de alerta es que los casos nuevos van engrosando  los casos activos (personas que están con la enfermedad). Los reportes diarios del mes pasado daban cuenta de entre los 200 y 300 activos y este mes superan los 400.

A siete meses del ingreso del Covid-19, el virus ha penetrado 55 de los 56 municipios cruceños y los índices diarios, que se mantuvieron bajos durante más de un mes, están comenzando a dar señales de un leve repunte en los casos nuevos y una subida un poco más notoria de los casos activos.

Esta situación ha encendido las alertas de las autoridades sanitarias que ven un inminente rebrote de la pandemia en este mes, especialmente en la capital cruceña, donde hay un relajamiento de las medidas de bioseguridad por parte de un sector de la población.

Este sábado se cumplieron exactamente siete meses desde que los bolivianos recibían la noticia de que dos mujeres provenientes del extranjero habían dado positivo al nuevo coronavirus. Una de ellas, que había llegado a San Carlos, se convirtió en el primer caso de departamento cruceño. A partir ahí el virus se fue replicando y pronto sacó a relucir las deficiencias en el sistema de salud, las cuales se han ido arreglando en el camino.

Los meses de mayo, junio y julio fueron los más críticos, pero a partir de agosto la curva epidemiológica fue mostrando un descenso. En septiembre se había llegado a la tan esperaba meseta de transmisión baja, en la que los casos por semana se mantuvieron estables.

Pero, al parecer, era muy temprano para cantar victoria, toda vez que el director del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Marcelo Ríos, alertó la semana pasada que Santa Cruz está en la antesala de un rebrote del coronavirus, alentado por un relajamiento en las medidas de protección por un sector de la población que le ha perdido el miedo al virus y cree que la flexibilización de las medidas restrictivas en esta fase de posconfinamiento, es una carta blanca para estar en aglomeraciones y sin barbijo.

Señales de alerta

La autoridad sanitaria explicó que hay indicadores que hacen pensar que estamos en puertas de un rebrote.

Uno de ellos es que cada día siguen sumando los fallecimientos, engrosando la tasa de letalidad, que actualmente alcanza el 9%, es decir tres veces más de la que se registraba la primera semana de agosto, que era del 3,6%.

La otra señal de alerta es que los casos nuevos van engrosando  los casos activos (personas que están con la enfermedad). Los reportes diarios del mes pasado daban cuenta de entre los 200 y 300 activos y este mes superan los 400.

Asimismo, en los últimos días se ha notado un leve aumento en los casos nuevos. Por ejemplo, el pasado martes se registraron 69 nuevos afectados, mientras que el 30 de septiembre la jornada cerró con 37.

Además, las autoridades sanitarias observan un aumento lento de la demanda de internación, lo que se nota en el índice de ocupación de las camas hospitalarias.

Hace varios días ha empezado una incubación silenciosa. También consideramos el índice ocupacional en los hospitales porque se ha ido incrementando muy lentamente. Eso uno lo va midiendo con las llamadas telefónicas que piden transferencia de pacientes”, manifestó Ríos.

Expansión del virus

Al inicio de la pandemia, la capital cruceña contaba con el 80% de los casos confirmados y el 20% correspondía a las provincias. No obstante, la figura ha ido cambiado drásticamente, porque cada vez se van equiparando los casos de las provincias con los de la capital. De los más de 43.000 registrados en lo que va de la pandemia en el departamento, más de 27.800 son de la capital y el resto es de las provincias.

El mapa de avance del coronavirus muestra que se ha expandido a 55 municipios cruceños y solo queda Cuevo como invicto, es decir, no registra casos positivos hasta la fecha.

Pucará, que también había mantenido a raya el virus, hace dos semanas registró su primer caso; mientras que Postrervalle tiene un caso importado.

En cuanto a la tasa de incidencia por municipios, encabeza la lista Colpa Bélgica; seguido por Montero, Cotoca y Camiri. En el noveno puesto se encuentra Santa Cruz de la Sierra.

Camiri y Charagua (especialmente Isoso) fueron los últimos en reportar brotes, los cuales están en proceso de control, informaron las autoridades sanitarias, que han desplegado equipos de respuesta rápida y brigadas de atención a dichas zonas.

Mejor preparados

El director del Sedes considera que, desde una mirada general a la pandemia, la contención ha sido buena porque la curva epidemiológica se mantuvo casi plana por más de un mes, lo que permitió evitar situaciones como la de Guayaquil. Además, que el departamento ha tenido la curva epidemiológica más larga y cree que ya han pasado los momentos críticos en cuanto a la letalidad.

La autoridad sanitaria también resalta que se disponen de más camas hospitalarias y las unidades de terapia intensiva para pacientes con coronavirus superan las 100. Sin embargo, insiste en que no debe haber un relajamiento en las medidas de protección para que no se vuelva a saturar el sistema hospitalario.

El Sedes asegura que el cumplimiento de estas medidas será clave el día de las elecciones para evitar un rebrote explosivo del Covid-19.

Patricio Gutiérrez, miembro del Comité Científico de la Sociedad Boliviana de Medicina Crítica y Terapia Intensiva, cree que se debe de seguir trabajando en el fortalecimiento de la capacidad hospitalaria. Asegura que a la fecha, entre sistema público y de la seguridad social, hay 600 camas para terapia intensiva, y se necesitan 1.200 para cubrir la demanda en el todo el país.

Gutiérrez cree que es importante que se haga un informe de la letalidad en las terapias intensivas de cada hospital, que en algunos casos ha llegado al 95%.

Su mayor preocupación es que las terapias intensivas sigan siendo insuficientes para atender una segunda oleada del coronavirus, en caso de darse, o para atender otras patologías.

El Deber.

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