El Gobierno transitorio emitió en los últimos minutos un decreto en el que se declara desastre nacional por incendios y sequía que afectan a cinco departamentos de Bolivia. Con esta norma se abre la puerta para la llegada de ayuda internacional.
“Vamos a enfrentar el desafío y la crisis de los incendios y la sequía. Pido unidad para enfrentar el fuego y proteger al medioambiente y a los animales. Estamos declarando desastre nacional por sequía y por incendios”, anunció la presidenta Jeanine Áñez.
A su turno, el ministro de Defensa, Fernando López, manifestó que los tres niveles de Gobierno agotaron sus fuerzas y se hizo todo lo que estaba al alcance para sofocar el fuego. Indicó que se utilizaron los recursos disponibles para hacer frente al fuego, pero que ya no se puede seguir combatiendo esta situación solos.
Esto significa que se pedirá ayuda internacional y se abrirán las puertas para que manos amigas pongan su atención en Bolivia y se pueda canalizar de esta manera la máxima colaboración posible.
El ministro adelantó que el comando de incidencias nacional se instalará en Santa Cruz para que también lleguen los representantes del Órgano Ejecutivo a dar soporte a esta situación.
“El fuego está avanzando, se han unido incendios y por los vientos y las altas temperaturas, no hay otra manera de enfrentar esta crisis (…). Vamos a hacer una planificación centrada y en cada sector de los incendios habrá un comando de incidencias para estar conectados”, informó López.
Otro beneficio de la declaratoria de desastre es que los gobiernos locales y departamentales podrán coordinar acciones con el Gobierno central. Mientras que los ministerios de Economía, Planificación y Relaciones Exteriores se abocarán a buscar recursos para Bolivia (de momento solo han llegado seis bomberos españoles especializados en incendios).
El Deber.