El Universitario

Los 5 errores más comunes del pasante de derecho

Los 5 errores más comunes del pasante de derecho

El período de pasantía generalmente es limitado (a menos que el pasante quede fijo en el puesto) y en el caso del pasante de derecho, su labor se puede realizar en un despacho de abogados, con un abogado particular, en el departamento jurídico de una empresa o en una oficina pública.

Errores más comunes del pasante de derecho

No preguntar
Cuando llegues a la práctica, en tus primeras ocasiones como pasante de derecho, te darás cuenta de que la teoría es la situación en abstracto, y a pesar de que sirve de base, toda oficina sea pública o privada tiene un modo de trabajar particular.

En la mayoría de las oficinas encontrarás un archivo, cubículos de trabajo, sistemas internos de gestión de causas y tramites, procedimientos y quehaceres, los cuales muchos estarán señalados en la ley o en algún manual de procesos u operatividad interno en el caso de un despacho o empresa, pero otros son el resultado de la experiencia de quienes allí laboran que han encontrado un particular modo de hacer las cosas por razones de eficiencia, celeridad o a veces también por escasez de recursos, entre otras.

De tal manera que no creas sabértelas todas, puedes haber estudiado bastante y ser un conocedor de la norma pero allí tienen una manera de hacer las cosas y por ahora tú la desconoces, de tal manera que será necesario preguntar todo lo que creas conveniente. El mejor consejo es buscar a alguien receptivo y con experiencia que te sirva de guía, trátalo bien, agradécele que te brinde sus conocimientos y se sentirá complacido de ayudarte.

Desaprovechar el tiempo
Aprovecha el tiempo para verdaderamente colaborar en la oficina y sacar el trabajo que te están entregando en un tiempo prudente y segundo comprende que estas allí para aprender.

Si no trabajas a tiempo te considerarán poco eficiente, lo cual es nefasto si piensas optar por el cargo una vez termine la pasantía y si no te preocupas por aprender, la pasantía en sí, habrá sido en vano. Todo se trata de ser lo suficientemente maduro para comprender que lo que estás haciendo en estos momentos te beneficiará en un futuro cuando estés trabajando por tu cuenta o en otra oficina, de tal manera que te es útil el acopio de toda la cantidad de conocimientos posible, sobre todo si notas que tu jefe o compañeros de trabajo son buenos profesionales.

Tomarse el trabajo a la ligera
Esto va muy ligado con el ítem anterior, como pasante de derecho e incluso como abogado, puedes adquirir las buenas prácticas de tus compañeros de trabajo o sus malos hábitos, todo dependerá de ti y de la actitud con la que tomes la labor que estás desempeñando.

Si te equivocas frecuentemente y sigues cometiendo los mismos errores al pasar el tiempo, llegas tarde a trabajar, le prestas más atención al teléfono que a tus labores y se nota en ti la desidia, apatía y el desgano te recomiendo ampliamente que evalúes la posibilidad de buscar otro oficio. El trabajo de abogado es agotador, pero para aquellos a los que realmente nos gusta es gratificante y enorgullecedor lo que hacemos. Si no haces las cosas con amor, entrega y compromiso total, mejor no las hagas, te haces un favor a ti y a la oficina.

Hacer solo las cosas fáciles
Si te limitas a foliar expedientes, ponerle los documentos, escritos y diligencias al jefe en el escritorio, sacar copias, transcribir datos y todo este tipo de quehaceres que no involucran esfuerzo intelectual alguno y pueden ser llevados a cabo por persona que no posea el más mínimo conocimiento de derecho, estarás igualmente desaprovechando el tiempo y peor, haciéndote un daño, el cerebro es como un musculo, cuando no se ejercita se pone flácido y no estará preparado verdaderamente para el momento en el que exijas de él una respuesta o solución.

Creer que te van a pagar
Si eres de los tremendamente afortunados y casi míticos pasantes de derecho a los que les pagan felicitaciones, pero a muchos no remuneran jamás aun cuando hicimos una labor loable en organismos, instituciones o despachos.

Debe preocuparse por aprender todo lo que pueda y aprovechar eso que aprende, de esa manera no necesitará remuneración económica alguna, no suena demasiado alentador pero con el tiempo te darás cuenta que las habilidades y conocimientos que adquieres son las herramientas más útiles del oficio del abogado, especialmente a la hora de generar ingresos.
Bonus Track

Preguntar al jefe si puedes grabar en un pen drive los modelos de demandas, documentos mercantiles y civiles y cualquier otra cosa que creas que te puede servir para el ejercicio particular de tu profesión, si su respuesta es afirmativa, te ahorrará un trabajo enorme, el modelo será una base o guía que tú puedes ir modificando con el tiempo y sin dudas te servirá, solo trata de no aferrarte demasiado a él porque te vuelves un autómata sin verdaderos conocimientos que solo cambia datos, guarda el equilibrio con eso. Si por el contrario, te dice que no, tu recompensa estará igualmente en todos los conocimientos y habilidades que te has preocupado por adquirir.

Fuente: HB noticias

Related Articles

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *