Laszlo Hanyecz dijo que no gastaría sus bitcoins en un Tesla y él sabe de lo que está hablando: en 2010, pagó 10 mil de estas criptomonedas, que hoy valen unos 446 millones de dólares, por dos pizzas.
La de Hanyecz fue la primera transacción comercial conocida con la criptomoneda. En aquel entonces, el precio del bitcoin era de menos de un centavo. El martes, alcanzó un máximo histórico de alrededor de 47 mil dólares, un día después de que Tesla anunciara haber comprado mil 500 millones de dólares en bitcoin, además de que pronto aceptaría la moneda digital para la compra de sus automóviles.
“Particularmente, no estoy muy interesado en Tesla”, escribió Hanyecz en un correo electrónico. “Dentro de cinco años, creo que los bitcoins gastados por uno de sus vehículos serán más valiosos que el automóvil”.
Lo que separa al bitcoin de una moneda típica, por supuesto, es la volatilidad. Un dólar no valdrá sustancialmente más o menos mañana. En 2017, durante el frenesí del bitcoin, algunas personas compraron Lamborghinis con sus ganancias. Otros que decidieron conservar sus criptomonedas vieron cómo, al año siguiente, el precio cayó más de 80 por ciento, antes de volver a cuadriplicarse en 2020.
La gente tiende a tratar al bitcoin como una inversión de riesgo, más que como una cuenta corriente. Cuando la moneda se recuperó, especialmente en la última parte del año pasado, las transacciones mensuales promedio de varias criptomonedas procesadas por BitPay cayeron 27 por ciento. Las transacciones relacionadas con los comerciantes representaron 0.3 por ciento del gasto en criptomonedas en 2020, y el resto estuvo dominado por una explosión del comercio, según el investigador Chainalysis.
Las transacciones en bitcoin también representan un riesgo para las empresas. Musk ha estado más dispuesto a apostar que la mayoría, desde su papel como cofundador de la empresa pionera de pagos en línea PayPal y, recientemente, con su fascinación por el dogecoin. La apuesta de Tesla por los bitcoins sigue a algunas otras, como MicroStrategy y Square, que invirtieron como cobertura contra la inflación. La medida impulsó el precio de sus acciones cuando el bitcoin subió, pero podría ir fácilmente hacia el otro lado. Para los inversionistas y los departamentos de finanzas corporativas, resulta complicado predecir los beneficios.
Para la mayoría de las personas, comprar un automóvil es una decisión financiera importante y no sería prudente agregar otro factor de riesgo, dijo Hanyecz. Si bien dijo que no se arrepiente de haber comprado esas pizzas, Hanyecz aconsejó a la gente que mejor utilice su tarjeta de crédito.
El Financiero Digital.