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El 8% de la población es sapiosexual, es decir, atraída por la inteligencia ajena

El 8% de la población es sapiosexual, es decir, atraída por la inteligencia ajena

La sapiosexualidad es sentir atracción por la sabiduría ajena. No obstante ¿Qué hay detrás de esa fascinación, excitación, obsesión y deleite? Dejando en segundo lugar el atractivo físico y dejando en desuso la típica idea de que el deseo entra primero por los ojos

La sapiosexualidad es sentir atracción por la sabiduría ajena. No obstante ¿Qué hay detrás de esa fascinación, excitación, obsesión y deleite? Dejando en segundo lugar el atractivo físico y dejando en desuso la típica idea de que el deseo entra primero por los ojos.

La sabiduría no es simple de identificar, necesita tiempo, una relación estrecha y de una cercanía que se va tejiendo a fuego lento, poco a poco, a medida que emergen las complicidades, la admiración y el asombro. Al contrario de la belleza física es algo que todos identificamos al segundo, con lo que es común sentirnos atraídos por alguien a simple vista

La revista científica Intelligence, publicó que la Universidad de Australia Occidental, señalan que cerca del 8% de nuestra población puede ser sapiosexual.

De esta manera, componentes como la edad, el aspecto físico e inclusive el género en varias ocasiones dejarían de tener trascendencia referente a la excitación sexual. El cerebro es para estas personas el objeto más cautivador, y trasciende por completo a cualquier otro aspecto.

Si nos preguntamos por qué la sabiduría es tan incitante para algunas personas, los principios parecen ser biológico. La excitación sexual no es figurada ni parte de una moda. Hablamos de un mecanismo biológico auténtico por el cual alguien experimenta fascinación y excitación.

Por ejemplo, se dice que Marilyn Monroe sintió continuamente una elevada fascinación por Albert Einstein.

Señalan que una de las causas de por qué la sabiduría es tan estimulante estaría en nuestra infancia.

El análisis llevado a cabo por el médico Gilles E Gignac, de la Universidad de Australia Occidental. Sugiere que los individuos con CI bastante elevado no acostumbran tener aquellas dotes tan llamativas capaces de cautivar a los sapiosexuales.

 

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