By El periodo entre 1978 a 1982 fue el periodo más inestable y caótico de la H.R, con 10 presidentes en 4 años (8 de Facto y 2 constitucionales) con su punto de mayor tensión el golpe de estado de 17 de Julio de 1980 que con todo el trauma que provoco se convirtió en la última de las batallas para establecer la democracia en nuestro país.
Con el ánimo de rememorar y valorar ese periodo de nuestra historia con todas sus implicancias, reunimos a dos actores importantes de la resistencia contra las dictaduras, el ex presidente Jaime Paz Zamora fundador y líder del MIR, y el ex Rector Jerjes Justiniano Talavera, co fundador del PS.
A su turno cada uno relato sus vivencias desde sus inicios en la política, el primero desde su experiencia como seminarista, luego en los recintos universitarios donde se funda el MIR, hasta salir al exilio el año 1973 hacia Venezuela donde se conoció con don Hernán Siles Suazo y promovió la organización de un frente político amplio como fue la UDP al retornar a Bolivia.
El Dr. Justiniano recordó sus inicios en la política desde secundaria en el colegio nocturno círculo de amigos, luego ingresando a la carrera de Derecho de nuestra universidad ejerció la cátedra de derecho de la Seguridad Social, fue Secretario General de los trabajadores administrativos y su tesis de graduación fue el tema “Crisis Universitaria”. Durante el golpe de 1971 siendo secretario de la facultad de derecho tuvo que salir al exilio al Peru, previamente participo en la fundación del Partido Socialista en mayo de 1971.
En lo referido a hechos políticos críticos del periodo 1978 – 1982, en el dialogo con los invitados se partió desde la anulación de la elecciones de 1978, seguida de una sucesión de golpes de estado cívico militares, sospechas de fraude, empantanamientos políticos en el congreso 1979 y la reorganización clandestina de la UDP y sus triunfos combinados con los empantanamientos.
El compromiso de llamar a nuevas elecciones de la primera presidente mujer doña Lidia Gueiler que asumió la presidencia a finales de 1979, provoco una reacción más iracunda de los fuerzas conservadoras y militares que desencadeno en una serie de atentados criminales que cegaron la vida del sacerdote jesuita Luis Espinal, atentado contra el avión que debía trasladar a don Hernan Siles Suazo y Jaime Paz Zamora y del que milagrosamente salió con vida Jaime Paz.
No obstante, posteriormente se enteraron que ese avión era de propiedad de Luis Arce Gomez, el más sanguinario ministro del interior de nuestro país que dirigió la toma del edificio de la COB durante el golpe del 17 de julio de 1980 circunstancias en la que fue eliminado Marcelo Quiroga Santa Cruz, y luego tratando de borrar de la memoria colectiva estos luctuosos hechos ordena la demolición de ese edificio, son parte del relato del expresidente.
Jerjes Justiniano, plantea una visión estructural mencionando que los golpes eran parte de un diseño de control del avance de gobiernos progresistas o denominados comunistas, y que se miraban como riesgos para los cálculos e intereses de la guerra fría bloque imperialista, para lo cual reclutan y forman militares para empujarlos hacia aventuras golpistas.
En contra partida expresa un visión crítica de las posiciones conservadoras que se expresan en Santa Cruz, influenciadas por la estructura de una sociedad aislada del resto del país y que le genero un rezago con características feudales en su pensamiento político, por ello es que en los 80 hubieron líderes cívicos que le ofrecieron las llaves de Santa Cruz al dictador Luis Garcia Meza y orgullosos declaraban apoyar a ese gobierno.
Por ello incluso queda pendiente el rol de la universidad cruceña en esa época, pues mientras todas las universidades del país se democratizaron desde 1978, eso demoro mucho más en la Rene Moreno. Critica el daño que generaron las logias al desarrollo político y social de nuestra región.
En conclusiones o comentarios finales el Abog. Daniel Valverde, menciono que en el siglo 20 han existido tres generaciones de políticos, una primera que surge de la guerra del chaco y promueve cambios estructurales en el diseño y roles del estado enfrentándose a estructuras oligárquicas y feudales que se adueñaron del pais.
Una segunda que desde inicios de la década de los 70, en base a mística, sacrificios, y esfuerzo intelectual luchó contra los abusos de poder de los gobiernos militares, y que dio un fruto extraordinario que tiene a la fecha 38 años de continuidad y es nuestra democracia, muy imperfecta pero democracia al fin.
Una tercera generación que toma fuerza en la década de los 90 y que surge de las luchas contra los excesos del neoliberalismo y ha efectuado aportes sociales y estructurales importantes. Hoy en el siglo 21, el país está esperando que germine una nueva generación que asuma nuevos paradigmas, con visión nacional, integradora, transparente en el manejo de la cosa pública, y democrática en su estilo y forma y no solo retórica.
