Un varón que se dedica a la prostitución en la Llajta contó a OPINIÓN que cada vez se insertan más personas de sexo masculino a ese ámbito, movidas por la crisis económica que provocó el brote de coronavirus en el mundo.
Señaló que los hombres que decidieron prostituirse esta y la gestión pasada fueron echados de sus trabajos en plena pandemia y, según dijeron, encontraron en el trabajo sexual “la opción más fácil para pagar las deudas que tienen”.
La mayoría está en este ámbito como “segunda opción”, es decir, además tiene otra fuente de empleo que desarrolla, principalmente, en el día.
La fuente a la que accedió este medio de comunicación contó que, hasta el momento, contabilizaron que hay cerca de una docena de varones que ofrece sus servicios sexuales en Cochabamba y La Paz. Dijo que una gran parte está en el segundo departamento.
Los identificados “son amigos”, pero estimó que la cifra debe ser mayor, debido a que, “por discreción o por su nombre”, hay muchos hombres que “no quieren hacerse conocer con otros chicos que somos trabajadores sexuales”.
Señaló que los varones están mejor organizados en La Paz que en Cochabamba. Los del occidente, por ejemplo, gestionaron donativos en la época más crítica de la pandemia –canastas familiares de alimentos-, para sobrevivir debido a que su trabajo estaba pausado.
DETALLES
Para guardar su identidad, este grupo de gigolos de Cochabamba usa “varias páginas” confidenciales. “Ahí te contacta la persona que requiere tu servicio”.
Supuestamente, el trabajador decide qué propuesta aceptar. Esto debido a que no todos sus clientes son mujeres, también hay varones. “Se les atiende más a hombres que a mujeres”.
Por pandemia, dan servicios a domicilio o en alojamientos. Señaló que no les afecta la autorización de apertura de lenocinios porque no trabajan ahí.
ORGANIZACIÓN
Contaron que de a poco los hombres trabajadores sexuales se están organizando en Cochabamba y, dentro de poco, se espera contar con un registro.
Por ahora, lo único que se conoce es que los que se involucran en este ámbito son jóvenes. Tienen, como máximo 27 años; incluso, hay registro de varones que acaban de cumplir la mayoría de edad.
Son personas que tienen responsabilidades económicas y, lo que más necesitan, son víveres para alimentar a sus familias.
Fuente: Radio Popular