El cambio climático no es un mito, como lo creen muchos, es una realidad indiscutible y que no se puede detener, para que esto ocurra, el mundo se encargado de demostrarlo. Y es que hoy por hoy, la capa de hielo más grande de la Tierra, ubicada en la Antártida Oriental, responderá a un previsible clima más cálido con mayor inestabilidad de lo que se pensaba.
Basado en datos geoquímicos obtenidos de sedimentos de aguas profundas, un estudio de las universidades de Heidelberg y Southampton arroja nueva luz sobre los factores que determinan la estabilidad de la capa de hielo de la Antártida Oriental. Publica resultados en Proceedings of the National Academy of Sciences.
Para comprender mejor el comportamiento de la capa de hielo de la Antártida oriental en un mundo más cálido que el de hoy, los científicos realizaron análisis geoquímicos de sedimentos de aguas profundas del Océano Atlántico obtenidos a través del Programa internacional de perforación oceánica integrada.
El estudio se centra en el intervalo de tiempo desde hace unos 2,8 a 2,4 millones de años, un período en el que los niveles de CO2 atmosférico eran similares a los actuales. Los resultados muestran un aumento en la estabilidad de la capa de hielo de la Antártida oriental desde hace unos 2.5 millones de años. Esta estabilidad ha perdurado hasta el día de hoy, con solo interrupciones breves durante fases excepcionalmente cálidas.
Los factores que generalmente se acepta que han controlado el crecimiento y la descomposición de las capas de hielo polar durante la historia de la Tierra son la radiación solar y el contenido de CO2 de la atmósfera.
Sin embargo, este nuevo estudio encontró que un factor adicional jugó un papel decisivo en la estabilización de la capa de hielo de la Antártida oriental: la formación de grandes capas de hielo en el hemisferio norte, lo que provocó la caída del nivel global del mar. Esta caída del nivel del mar redujo la exposición de la capa de hielo de la Antártida oriental a aguas oceánicas relativamente cálidas que tienen el potencial de derretir partes submarinas de la capa de hielo.
Estos hallazgos arrojan luz sobre el comportamiento de las capas de hielo polar bajo concentraciones atmosféricas más altas de gases de efecto invernadero, como se esperaba para el futuro cercano. El resultado del estudio destaca la vulnerabilidad de la capa de hielo de la Antártida oriental al calentamiento global y el riesgo de una nueva desestabilización de las capas de hielo en la Antártida oriental provocada por el aumento continuo del nivel del mar.
El profesor Wilson agregó: “Sospechamos que el derretimiento ocurrió en áreas donde la capa de hielo de la Antártida estaba en contacto con un océano en ascenso y calentamiento impulsado por el retroceso de otras capas de hielo en el hemisferio norte; una especie de círculo vicioso“.