A miles de kilómetros, prácticamente del otro lado del mundo, un grupo de tribus se han caracterizado por llevar su vida lejos de la Tierra y en medio del mar. Entre ellos se encuentran los bajau.
Conocidos como los nómadas del mar o gitanos del mar y autodenominados Sama, los bajau son una tribu que habita en Filipinas, principalmente en el archipiélago de Joló, ubicado en el suroeste de dicho país, así como en la península de Zamboanga.
Sin embargo, más allá de las islas que delimitan el sitio donde viven, los bajau, así como otras tribus cercanas han hecho su vida sobre el mar, aunque entre ellos hay distintas clasificaciones.
Si bien bajau es el nombre más común para referirse a esta tribu, ellos se denominan Sama y existen tres grupos generales para identificarlos. Por ejemplo, los Samala Lipid son aquellos que viven en las costas, por lo general en bungalows; los sama darat son aquellos bajau que llevan una vida en la tierra, mientras que los bajau laut (o también Sama Dilaut) son los que aún viven en el agua.
La vida de la tribu bajau
Con la ayuda de casas flotantes y embarcaciones que construyen con madera, llamados lepa, esta tribu ha llevado un estilo de vida completamente distinto al del resto de los humanos en tierra firme. El nado es una parte esencial de su vida —aunque existen aquellos que no bucean en absoluto—, su alimento proviene del mar y las condiciones de vida de los gobiernos en tierra ahora dictaminan cómo deben llevar su vida.
El grupo de humanos que, así como otros, logró conquistar los mares —aunque sea de forma superficial— y sobrevivir en condiciones que algunos considerarían difíciles por hasta mil años, ahora se han visto obligados a desplazarse hacia tierra firme y modernizarse incluso a costa de sus propias tradiciones y estilo de vida.
Entre los motivos que los han hecho desplazarse está la creciente problemática medioambiental, en el que los océanos del mundo están más contaminados, al tiempo que la sobrepesca limita los recursos a los que los bajau tienen acceso.
Por otro lado, la industrialización del alimento ha alterado el consumo humano y el comercio de los bienes por lo que los intercambios comerciales que solían basarse en los productos de temporada han afectado su poder adquisitivo cuando se trata de bienes que sólo pueden conseguir en tierra.
Más allá de las iniciativas gubernamentales que los llevan a asentarse en tierra, que limitan el uso de la madera que por un milenio han acostumbrado a usar para sus embarcaciones y hogares o la crisis climática, los bajau han sido motivo de estudio por su extraordinaria capacidad para bucear.
Los bajau: una tribu que bucea
Un integrante de esta tribu con relativa facilidad es capaz de aguantar la respiración hasta por 13 minutos y descender hasta 60 metros bajo el mar. Es decir, se trata de individuos particularmente adaptados al tipo de vida y necesidades que una existencia en el mar requiere.
Esto llamó la atención de Melissa Llardo, del Centro de la Universidad de Copenhague, quien dirigió un estudio sobre las capacidades de las bajau y los cambios en su anatomía que les permiten hacer tales hazañas.
En sus viajes descubrió que entre los bajau, su bazo no es similar al resto de los humanos, lo cual la llevó a pensar que podría ser el órgano responsable de su habilidad para sumergirse por tanto tiempo y a tanta profundidad.
Qué es el bazo
El bazo es el órgano con múltiples funciones, primordialmente con nuestro sistema inmunológico pues contiene los glóbulos blancos, asimismo, el bazo regula los líquidos en el cuerpo y por lo tanto la cantidad de sangre que tenemos. Por lo general, se considera que el bazo tiene el tamaño de un puño y aunque es posible vivir sin éste, en el caso de los bajau es una fuente importante para el oxígeno en la sangre.
Cómo es que los bajau pueden bucear tan profundo y por tanto tiempo
La doctora Llardo visitó varias veces la comunidad y comenzó su investigación con el apoyo de la tribu, así como su curiosidad. Ella relata en The Atlantic cuando buceó con Pai Bayubu, un miembro de la isla que le demostró la facilidad que tienen para descender en el océano después de que alcanzaron a ver una almeja gigante.
«Él la apuntó y después ahí estaba. Debajo del agua, los bajau están tan cómodos como casi toda la gente lo está en la tierra. Ellos caminan en el suelo oceánico. Tienen el control total de su respiración y su cuerpo. Ellos pescan con anzuelo, sin problema, al primer intento».
Después de un par de visitas al sitio, Illardo escaneó con una máquina de ultrasonido los cuerpos de 59 personas, encontrando que su bazo era considerablemente más grande, en particular al comparar con los saluan, una tribu cercana que no tiene una vida acuática, descubriendo que era 50 % más grande, de acuerdo con el reportaje de National Geographic.
Cuando el bazo regula la cantidad de sangre en el cuerpo y por lo tanto de oxígeno, entonces éste se vuelve particularmente importante cuando se trata del buceo. Por ejemplo, cualquier persona en el mundo que no sea bajau podría entrenar para aguantar más tiempo la respiración o poder vivir en lugares donde el oxígeno es limitado —como ocurre con algunos de los habitantes del Himalaya— o hacer deportes extremos como el alpinismo o el buceo de profundidad.
Sin embargo, aunque este tipo de entrenamientos haga que el bazo sea considerablemente más grande que el de otras personas, el de los bajau sigue siendo particularmente special puesto que libera mucho más oxígeno en la sangre, además de que aquellos miembros de la tribu que no suelen nadar también tienen un bazo de tamaño irregular.
Una cuestión genética
Esto llevó a la investigadora y su equipo a sospechar que en el caso de los bajau, el tamaño de su bazo y su excepcional habilidad para el buceo proviene de su herencia genética. De acuerdo con National Geographic:
«Llardo tiene la teoría de que, con el paso del tiempo, la selección natural habría ayudado a los bajau, que llevan miles de años viviendo en la región, a desarrollar esta ventaja genética».
Por ello, se centraron en dos genes importantes, el PDE10A y FAM178B. El primero, PDE10A ha sido relacionado con el control de la tiroides y sus funciones, por lo tanto de la liberación de hormonas en el cuerpo, en particular de la hormona tiroidea. Si bien los investigadores tan sólo han probado en ratas que el alto nivel de esta hormona hace que el bazo crezca en tamaño, se cree que este fenómeno está relacionado con lo que ocurre entre los bajau.
Por otro lado, el gen FAM178B influye en el nivel de dióxido de carbono en la sangre y en el caso de los bajau, este gen deriva de los denisova, un homínido que habitó la Tierra entre un millón y 40 mil años atrás y que al parecer también es un factor influyente para que algunos humanos puedan vivir en zonas muy altas de planeta. Según los investigadores, así como este gen ayuda a sobrevivir a una gran altitud, también podría ayudar a que se sumerjan muy profundo.
El avance en la medicina
Comprender qué hace a los bajau únicos podría ayudar al resto de la humanidad, en particular para encontrar una forma de tratar algunos padecimientos como la hipoxia aguda, que es cuando nuestros tejidos no tienen oxígeno suficiente y que puede provocar la muerte, de identificar una manera de hacer que el bazo lleve más oxígeno, la probabilidad de muertes podría bajar.