Los gimnasios de Santa Cruz ven todavía muy lenta su recuperación económica. Si bien el funcionamiento hasta las 20:00, según las nuevas medidas del municipio cruceño, les dio un respiro, cerca del 70% de estos centros a la fecha no llegan a cumplir sus costos operativos por la baja asistencia.
Al respecto, Freddy Boland, presidente de la Cámara de Gimnasios de Santa Cruz, dijo que la actual medida de trabajar hasta las 20:00 con un aforo del 30% ha ayudado de alguna manera al sector pero no en la expectativa planificada.
“Todavía no ha habido un impacto positivo, hay unidades, cerca de un 70% a la fecha, que no llegan a cumplir sus costos operativos por la baja asistencia”, afirmó.
Apuntó que esto no solo se debe a los horarios de circulación permitidos, sino también que al inicio de la cuarentena rígida se catalogó a los gimnasios como centros de alto contagio. “Eso caló en la mente del consumidor y lo que estamos tratando de hacer es desvirtuar eso porque ya hay estudios de que es todo lo contario, la actividad física contribuye a subir las defensas. Obviamente hay que tener ciertos cuidados, pero estos están en nuestros protocolos como: el distanciamiento social y la desinfección. Un ejemplo es que hasta la fecha no hemos tenido ningún reporte de contagio en todas nuestras unidades afiliadas porque estamos cumpliendo los protocolos”. explicó Boland.
Los gimnasios de Santa Cruz ven todavía muy lenta su recuperación económica. Si bien el funcionamiento hasta las 20:00, según las nuevas medidas del municipio cruceño, les dio un respiro, cerca del 70% de estos centros a la fecha no llegan a cumplir sus costos operativos por la baja asistencia.
Al respecto, Freddy Boland, presidente de la Cámara de Gimnasios de Santa Cruz, dijo que la actual medida de trabajar hasta las 20:00 con un aforo del 30% ha ayudado de alguna manera al sector pero no en la expectativa planificada.
“Todavía no ha habido un impacto positivo, hay unidades, cerca de un 70% a la fecha, que no llegan a cumplir sus costos operativos por la baja asistencia”, afirmó.
Apuntó que esto no solo se debe a los horarios de circulación permitidos, sino también que al inicio de la cuarentena rígida se catalogó a los gimnasios como centros de alto contagio. “Eso caló en la mente del consumidor y lo que estamos tratando de hacer es desvirtuar eso porque ya hay estudios de que es todo lo contario, la actividad física contribuye a subir las defensas. Obviamente hay que tener ciertos cuidados, pero estos están en nuestros protocolos como: el distanciamiento social y la desinfección. Un ejemplo es que hasta la fecha no hemos tenido ningún reporte de contagio en todas nuestras unidades afiliadas porque estamos cumpliendo los protocolos”. explicó Boland.
En los meses que estuvieron cerrados también invirtieron en contratar profesionales para elaborar el protocolo y luego para implementarlos hicieron una fuerte inversión porque tuvieron que adecuar las salas.
“Incluso hay perdida de equipos porque hay caminadoras que están sin uso por la norma que nos exige distanciamiento, es un capital de trabajo perdido de entre $ 4.500 a $ 7.000”, expresó.
Por otro lado, Jorge Méndez, propietario de Fitzone explicó que los horarios ampliados no ha logrado ningún incremento en asistencia para ellos.
“Nuestros horarios con máxima afluencia de clientes es de 6:00 a 12:00 y de 14:00 a 16:00, con el incremento de horas de 17:00 a 20:00 ningún cliente más ha venido por esos horarios, o sea, se han ampliado los horarios, se ha contratado más personal, pero no justifica la apertura en esos horarios porque la gente no ha vuelto a trabajar de forma normal”, señaló Méndez.
Según su propietario, están trabajando con un 25% de asistencia y antes de la pandemia tenían un 75% de afluencia de personas.
Méndez piensa que el hecho de que no haya clases es un factor para la poca afluencia de gente. “Mientras no haya clases, esas madres que solían venir al gimnasio después de dejar a sus hijos en el colegio, se quedan en sus casas”, dijo. Y agregó que la normalidad se va a ver cuando haya clases recién el próximo año.
El Deber.