Lograr excelencia en medio de la adversidad es todo un reto y una muestra de la disciplina y perseverancia. Esto es lo que demostró Adriana Peñaranda (17) quien, en medio de la pandemia, la muerte de su padre y de enfrentar el coronavirus, logró obtener medalla de oro en la XII Olimpiada Latinoamericana de Astronomía y Astronáutica (OLAA) 2020, edición Ecuador.
“Con tantas cosas pensé que abandonaría las olimpiadas”, reconoce su madre María Romero, orgullosa de la fortaleza y perseverancia de su hija.
Como Adriana, otros cuatro jóvenes bolivianos destacaron en esta competencia internacional, en la que participaron representantes de 16 países y que este año se realizó de forma virtual.
A ellos se suman equipos de jóvenes de Pando, Oruro y Beni que también resaltaron en actividades extracurriculares. Ellos obtuvieron medallas en el Concurso Nacional Juvenil Agua, Saneamiento e Higiene Por un futuro justo y sostenible, por su aporte con proyectos dedicados al medioambiente.
Se formó en aislamiento
Hace poco más de un mes, Adriana al fin dio negativo a su prueba de coronavirus, tras dos meses de contraer la enfermedad. Sus síntomas fueron leves y no requirió internación, aunque tuvo que estar aislada en su habitación. Lejos de que esto la desmotivara, aprovechó el tiempo para capacitarse por su cuenta para participar de OLAA 2020.
Su madre comenta que justo cuando empezaba la preparación con miras a las olimpiadas falleció el padre de Adriana. “Pese a todo (su enfermedad y la pérdida de su padre) no se rindió, creo que también esto le ayudó bastante anímicamente a mantener ocupada su mente”, señala.
Adriana cursa quinto de secundaria del colegio Montessori de Sucre (Chuquisaca). En medio de una gestión educativa con clases irregulares, dedicó gran parte de su tiempo a su formación para las olimpiadas. Al inicio fue autodidacta, aunque luego recibió capacitación constante de sus tutores.
María cuenta que otra dificultad que tuvo su hija es que justo en la zona de su vivienda no llega el wifi, así que para su formación tenía que pasar internet del teléfono a la computadora. El día de la competencia esto incluso fue más complejo porque requería de varias conexiones continuas y estables.
Este no es el primer año que Adriana participa de estas olimpiadas. De hecho, el año pasado fue parte del equipo que viajó a México. “Siempre estuvo reuniendo su material para estudiar. Días previos los tutores les mandaron materiales y les daban clases virtuales”, resalta María.
Adriana se preparó de forma continua al menos tres meses antes de las olimpiadas, pero siempre está al tanto de cursos extracurriculares. Ahora se alista para participar de otra olimpiada de una universidad de La Paz.
Sobre su futuro, asegura que quiere estudiar física en La Paz y tiene planes de salir al exterior a continuar su formación a través de alguna beca.
La medallista chuquisaqueña comentó que la modalidad virtual del concurso significó un desafío extra para los participantes y la organización. Sin embargo, fue una experiencia interesante y los anfitriones los sorprendieron con la tecnología utilizada.
Junto con Adriana, el escolar Tomás Herbas Cordero (Cochabamba) obtuvo medalla de oro; Miguel Israel Terán (Cochabamba) y Marvin Mario Martínez Núñez (Cochabama), medallas de plata; y Adriana Zurita Pimentel (La Paz) ganó una mención de honor. Ellos participaron de pruebas individuales y en otras con grupos multinacionales.
Entre las pruebas que tuvieron que enfrentar están: Teórica individual, Grupal Multinacional, Observacional y Simulación de Cohetería.
Mirko Raljevic, parte del Comité OLAA para Bolivia, destacó que todos los participantes bolivianos son autodidactas en su formación y están interesados en diversos cursos extracurriculares.
Este comité impulsó distintos talleres para poder capacitar a los jóvenes y a finales de octubre les tomó pruebas para seleccionar al equipo que representaría al país. Este año, en su mayoría, los participantes fueron de quinto año de secundaria, a diferencia de gestiones anteriores donde eran mayoría los de último año de secundaria.
“Tenemos un excelente semillero de estudiantes para participar de las olimpiadas. Tenemos muy buenos resultados estos últimos años”, resaltó, Raljevic.
Entre las pruebas en las que participaron estos estudiantes están, por ejemplo: Cohetería, en la que tuvieron que “diseñar, con un programa especial, un modelo de cohete, cumpliendo ciertos parámetros de longitud, que tenga un buen desempeño tanto en altura como en distancia lateral”.
Victoria de equipos
Este año, en el país igualmente se desarrolló el concurso Juvenil del Agua Bolivia 2020 que premió a adolescentes de los departamentos de Pando, Oruro y Beni.
Ellos resaltaron entre 133 equipos de estudiantes y tutores bolivianos que presentaron proyectos que buscan dar solución a los problemas de agua y sostenibilidad, en la etapa inicial del concurso sobre medioambiente.
El equipo de Pando, Ena Muque presentó el proyecto Cáscaras de coco y castaña para el saneamiento del agua y obtuvo el primer lugar. En medio del pico de la pandemia, en junio de este año, la Embajada de Suecia, a través de medios digitales, anunció el nivel más alto del podio para el equipo pandino.
El concurso, en primera instancia tenía como premio un viaje a Suecia, pero la emergencia sanitaria mundial provocó la cancelación de este incentivo y, a cambio, cada integrante del equipo ganador recibió un computador personal, apoyo académico y capacitaciones por parte de las fundaciones Gaia Pacha y AguaTuya y el financiamiento completo para su proyecto.
La proyección es que puedan ejecutar estos en un lapso de tres años en los que contarán con asesoramiento técnico.
Mientras el equipo de Beni del Tipnis, To Chini, presentó el proyecto Filtros ecológicos para purificar el agua de consumo y se hizo del segundo lugar del concurso. El grupo se conformó por: Ronald Rosendy Yuco, Claudia Alejandra Ramírez Castillo, tutor Ricardo Guasinave Ortiz, de la unidad educativa Cipriano Barace de la Comunidad Santísima Trinidad.
El tercer lugar fue para el equipo Uru Urus, del departamento de Oruro. Este grupo presentó el proyecto Plantas nativas descontaminantes que brinda una respuesta para la descontaminación y recuperación del lago Uru Uru, empleando plantas nativas. Este equipo estuvo conformado por Gustavo Andre Blanco Quiroga, Alejandro Tupak Huayllani y la tutora Dayana Blanco Quiroga, de la unidad educativa La Salle, turno tarde, de Oruro. Los últimos dos equipos igualmente recibieron premios y apoyo en capacitación para la implementación de sus proyectos.
Todo el concurso se desarrolló por etapas y fue de forma virtual. Inicialmente eran 133, luego de un proceso de selección llegaron a segunda fase un total de 81 equipos y a fase final, un total de diez: Aqua Girls (La Paz), Proyecto Jallupacha (La Paz), Dúo Ecológico (Cochabamba), To Chini (Beni), Thakhi Uma (La Paz), Warriors for the Water (La Paz), Droplets of Life (La Paz), Uru Uru (Oruro), Litoral (Potosí) y Ena Muque (Pando).
Para pasar a la siguiente etapa los equipos enviaron videos resúmenes de sus proyectos y realizaron una defensa virtual, frente a un jurado calificador.
Adolescentes y jóvenes, de entre 15 y 20 años, participaron en este proceso de distintas capacitaciones sobre el cuidado del medioambiente.
Bono a la excelencia
Esta semana desde el Ministerio de Educación informaron que hasta este 11 de diciembre se entregarán los diplomas de bachiller a las Direcciones Departamentales de Educación de cada región. Solo en el departamento cruceño se prevé que se graduarán 59.000 escolares.
El ministro del área, Adrián Quelca, adelantó que también se prevé entregar el Bono a la Excelencia, aunque aún no hay fecha para la dotación de este beneficio a los estudiantes destacados.
Cada año el Gobierno nacional entrega a los mejores bachilleres del país el Bono a la Excelencia, que consiste en Bs 1.000. Lo reciben un estudiante varón y una mujer, de cada unidad educativa regular. Para la selección se toma en cuenta la calificación más alta de la promoción.
Además, se entrega este premio al que obtiene la mejor calificación en el último curso de Educación Alternativa y Especial, que son los bachilleres de los centros de educación nocturnos, donde se forman mayores de 15 años.
Para la gestión 2021 aún se espera la Resolución 01 que norma todos los procedimientos del año educativo para las unidades fiscales, privadas y de convenio.
El ministro de Educación ya adelantó que hay consenso para que las clases el próximo año sean semipresenciales, subdividiendo a los escolares en dos grupos: uno pasaría clases lunes, miércoles y viernes; mientras que el otro martes, jueves y sábados.
Asimismo, indicó que en los establecimientos del área rural existe la posibilidad de que las clases sean presenciales, en municipios donde el coronavirus esté bajo control.
Fuete: El Deber: