Un cerro en un parque cerca de la ciudad de Sucre alberga unas 10.000 huellas de animales de hace 65 millones de años, que ratifican al lugar como una de las mayores reservas paleontológicas mundiales, informó ayer la administradora del lugar.
El hallazgo, que coronó un trabajo de campo de las últimas semanas, tuvo lugar en el cerro denominado Cal Orcko (cerro de cal, en quechua), en las afueras de la capital constitucional de Bolivia.
“Un equipo de investigadores encabezado por el paleontólogo suizo Cristian Meyer, hizo su trabajo. Han contado las huellas en el farallón y han visto que hay más de 10.000”, afirmó a la AFP Elizabeth Baldivieso, administradora del Parque Cretácico, la fundación privada que resguarda el lugar.
El hallazgo en el cerro Cal Orcko duplica el realizado en ese mismo lugar en 2006, cuando se detectaron unas 5.000 pisadas de saurópodos titanosaurios, terópodos, ornitópodos y anquilosaurios.
Los rastros están registrados en un farallón de cal, que mide 1,5 km de largo por unos 110 metros de altura, y que curiosamente están sobre una roca con 72 grados de inclinación. Hasta hace 65 millones de años, al concluir el Cretácico, este cerro era una laguna habitada por diferentes especies que dejaron sus huellas sobre el barro, dicen los especialistas.
La inclinación surgió por el movimiento de las placas marinas.
“Estos nuevos descubrimientos confirman que Cal Orcko es la reserva paleontológica más grande del mundo, pues en ningún lugar del mundo hay un registro de huellas tan abundante”, aseguró Baldivieso.
En la reserva, una fundación privada-estatal construyó un parque, por el que fluyen anualmente unos 150.000 turistas.
Según informes de la Fundación, los rastros en Bolivia son mayores a los existentes en otras reservas como Lark Quarry (Australia), Yanguoxia (China) o Altamira (España).
Con la nueva información, el municipio de Sucre y la gobernación de la región de Chuquisaca postularán nuevamente ante la Unesco para que el parque Cal Orcko sea declarado patrimonio natural de la humanidad.
Bolivia se postuló en 2009 ante la Unesco, pero retiró su propuesta por observaciones al manejo del parque, debido a que en el lugar operaba una empresa que explota piedra caliza para la elaboración de cemento. Según Baldivieso, la empresa movió recientemente sus actividades a otra zona.
Fuente: Los tiempos